Crisis Energética en Ecuador: ¿Por Qué Siguen los Apagones y Qué Soluciones Hay?

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Ecuador atraviesa una de las crisis energéticas más severas de los últimos tiempos. Aunque algunos crean que lo peor ha pasado, la realidad es que el sistema eléctrico nacional sigue tambaleando y los apagones podrían regresar en cualquier momento. La incertidumbre sigue presente, y el país debe reaccionar antes de que la situación empeore.
Mientras el Gobierno toma medidas de emergencia para paliar el déficit eléctrico, es fundamental analizar las causas del problema, su impacto y las soluciones que pueden garantizar un suministro estable y sostenible en el futuro. Aunque el aumento de lluvias en 2025 ha permitido recuperar la generación hidroeléctrica, los apagones esporádicos continúan debido a la sobrecarga en las líneas de transmisión y la falta de generación térmica suficiente como respaldo.


¿Cuáles son las causas de la crisis?

El Sistema Nacional Interconectado (SNI) enfrenta un déficit de generación de aproximadamente 1080 megavatios, lo que ha puesto en riesgo la estabilidad energética del país. La situación actual tiene raíces profundas que no pueden resolverse de la noche a la mañana. Entre los factores que han contribuido a esta situación se encuentran:

1. Dependencia de Energía Hidráulica y el Impacto del Cambio Climático

Ecuador depende en gran medida de la generación hidroeléctrica, que representa alrededor del 80% de su matriz energética. Sin embargo, en los últimos años, el fenómeno de El Niño y la disminución de lluvias han reducido drásticamente los niveles de agua en los embalses. La central Coca Codo Sinclair, la mayor hidroeléctrica del país, ha tenido que detener operaciones en varias ocasiones debido a altos niveles de sedimentos en el río Coca, afectando gravemente la capacidad de generación. Aunque su capacidad nominal es de 1.500 MW, su generación real ha estado por debajo del 60 % debido a problemas técnicos.

Alejandro Jaya, ingeniero eléctrico, consultor en energía solar fotovoltaica y graduado de la ESPOL, ha enfatizado en varias oportunidades que la excesiva dependencia de la hidroenergía es un error estratégico. «No podemos seguir apostando todo a la hidroenergía sin contar con alternativas sólidas para mitigar los efectos del cambio climático. Es hora de diversificar seriamente la matriz energética», ha mencionado en distintos foros.

2. Falta de Inversión y Mantenimiento en Infraestructura

La infraestructura energética de Ecuador ha sufrido años de descuido y falta de inversión. Las plantas hidroeléctricas necesitan mantenimientos regulares que han sido pospuestos por falta de presupuesto. Además, las líneas de transmisión y distribución presentan fallos constantes debido a la obsolescencia del sistema. Muchas de las redes de distribución tienen más de 30 años sin mantenimiento adecuado, causando pérdidas del 20 % de la energía generada.

3. Crecimiento de la Demanda Energética

En la última década, la demanda de energía eléctrica en Ecuador ha crecido significativamente debido al aumento de la población y el desarrollo industrial. Sin embargo, la capacidad de generación no ha crecido al mismo ritmo, lo que ha generado un déficit que se traduce en racionamientos y apagones. De acuerdo con el Operador Nacional de Electricidad (CENACE), el consumo eléctrico ha aumentado a un ritmo del 4 % anual. En 2023, la demanda total del país alcanzó los 29.000 GWh, mientras que en 2024 superó los 30.500 GWh. Según declaraciones de la ministra de Energía y Minas, Inés Manzano, se proyecta que la demanda eléctrica en Ecuador aumente entre 300 y 400 MW por hora durante 2025. El déficit energético en enero de 2025 fue de 1.800 MW, lo que sigue poniendo en riesgo el fin de los apagones. A pesar de la incorporación de 1.600 MW mediante compra, renta y recuperación, Ecuador sigue sin cubrir completamente la demanda.

4. Retraso en Proyectos de Generación

El Gobierno ha intentado incorporar nueva generación eléctrica a través de plantas térmicas y proyectos renovables, pero estos han enfrentado retrasos por falta de financiamiento y trabas burocráticas. Se estima que el Sistema Nacional Interconectado necesita incorporar al menos 1.080 megavatios de manera inmediata para cubrir la demanda, pero los proyectos en marcha aún no han sido completados.

5. Costos Elevados para Solucionar el Problema

Resolver esta crisis no es una tarea fácil ni barata. Se requieren inversiones multimillonarias para modernizar las centrales hidroeléctricas, mejorar las líneas de transmisión y diversificar la matriz energética. Estas inversiones, sin embargo, no darán resultados inmediatos, lo que significa que los apagones podrían continuar en los próximos meses o incluso años.


Un problema sin solución inmediata

Resolver la crisis eléctrica en Ecuador no es un reto de pocos meses. El Gobierno enfrenta la difícil tarea de modernizar el sector eléctrico sin desestabilizar la economía. A corto plazo, medidas como la compra de energía a Colombia y la contratación de barcazas térmicas han servido para mitigar la crisis, pero están lejos de ser una solución definitiva.

Por ejemplo, el Estado ha desembolsado más de $114 millones en el alquiler de barcazas generadoras de energía, con contratos que siguen acumulando costos adicionales. Sin embargo, estas soluciones temporales no logran cerrar la brecha energética. Actualmente, el déficit supera los 2.000 MW, mientras que las barcazas apenas aportan 296 MW, lo que representa menos del 16 % de lo necesario para cubrir la demanda total.

Mientras la demanda continúe en aumento y la inversión en infraestructura siga siendo insuficiente, Ecuador enfrentará apagones recurrentes y fallos en su sistema eléctrico en los próximos años.


Soluciones a Corto, Mediano y Largo Plazo

El déficit energético en Ecuador es crítico, con una demanda diaria de 4.500 MW. El Gobierno ha anunciado la incorporación de 160 MW de generación térmica como medida de emergencia, dentro de un plan más amplio que busca añadir 800 MW adicionales. Sin embargo, estas medidas son costosas, dependen de combustibles fósiles y generan impactos negativos. Ante esta situación, diversificar las fuentes de energía es clave. La transición hacia energías renovables, como la solar, podría ser una alternativa viable a largo plazo, especialmente dado el potencial del país en energía solar. Esta alternativa permitiría a hogares y empresas reducir su dependencia del sistema eléctrico centralizado, mejorando la estabilidad y confiabilidad del suministro.

El Ing. Alejandro Jaya ha sido un fuerte impulsador de la generación distribuida a través de sistemas solares, destacando que «si en lugar de depender exclusivamente de grandes centrales, las industrias, comercios y hogares adoptaran sistemas fotovoltaicos para autoconsumo, podríamos reducir significativamente la presión sobre la red nacional y hacer que el sistema eléctrico sea más resiliente».

Para abordar la crisis energética, es fundamental aplicar soluciones en distintas fases:

  • Corto plazo: Se prevé la importación de energía desde Colombia, el uso de barcazas flotantes y la promoción de la energía solar distribuida en el sector privado.
  • Mediano plazo (1 a 2 años): Es necesario instalar plantas térmicas más eficientes y optimizar la infraestructura de transmisión y distribución.
  • Largo plazo (4 a 5 años o más): Se debe priorizar la construcción de nuevas hidroeléctricas, el desarrollo de proyectos solares y eólicos a nivel estatal, la implementación de sistemas de almacenamiento con baterías y embalses, y la creación de un anillo de transmisión nacional para mejorar la distribución de la energía generada e incorporar nuevas tecnologías.

Potencial de Energías Renovables en Ecuador

Ecuador cuenta con un enorme potencial para el aprovechamiento de energías renovables, especialmente la energía solar. El país se encuentra en una de las regiones con mayor radiación solar en América Latina, lo que lo convierte en un lugar privilegiado para el desarrollo de proyectos fotovoltaicos. Varias regiones del país, como la Costa, la Sierra y la Amazonía, presentan niveles de radiación cercanos a 5 kWh/m²/día, lo que resulta ideal para la generación de energía solar.

El sol es una fuente inagotable y limpia que podría contribuir significativamente a la diversificación de la matriz energética del país. Aprovechar este recurso no solo permitiría reducir la dependencia del sistema eléctrico centralizado, sino que también ofrecería mayor autonomía y seguridad energética tanto a hogares como a empresas. Además, la energía solar tiene la ventaja de ser fácilmente escalable, adaptándose a diferentes tamaños de proyectos, desde pequeñas instalaciones residenciales hasta grandes parques solares. «La tecnología ya está disponible, lo que falta es voluntad política y regulaciones claras para su implementación masiva», comenta el ingeniero eléctrico Alejandro Jaya.

Leer más: ¿Cómo funciona un sistema de paneles solares?


La importancia de la generación distribuida

Una de las principales ventajas de la energía solar es su capacidad para descentralizar la generación eléctrica. En lugar de depender exclusivamente de grandes centrales, los usuarios pueden producir su propia energía a través de paneles solares, reduciendo la presión sobre el sistema interconectado y contribuyendo a la estabilidad del suministro nacional.

Además, las tecnologías actuales permiten almacenar energía a través de baterías, asegurando un flujo constante de electricidad incluso durante la noche o en días nublados. Esto convierte a la energía solar en una opción viable para mitigar los efectos de los apagones.


Conclusión

La crisis energética en Ecuador ha dejado en evidencia la urgencia de diversificar las fuentes de energía y fortalecer la infraestructura eléctrica. Si bien el Gobierno trabaja en soluciones inmediatas, es fundamental que la transición hacia energías renovables se acelere para garantizar un futuro energéticamente estable y sustentable.

La energía solar, al permitir la generación distribuida y reducir la dependencia de fuentes convencionales, se perfila como una alternativa clave para enfrentar los desafíos actuales. Apostar por este tipo de soluciones no solo brinda seguridad energética, sino que también contribuye a la reducción de costos y al cuidado del medioambiente. «La transición energética no solo es una necesidad ambiental, sino también una oportunidad económica para Ecuador. Si no avanzamos ahora, seguiremos repitiendo los mismos errores en el futuro», concluye el Ing. Jaya.

Fuentes: cenace.gob.ec; lahora.com.ec; notimundo.com.ec; eluniverso.com


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