La creciente demanda energética en Ecuador: Desafíos y Soluciones


Ecuador enfrenta una crisis energética que no es nueva ni sorpresiva. Por décadas, la creciente demanda de electricidad, sumada a una falta de planificación estratégica y decisiones postergadas, ha llevado al sistema eléctrico nacional a un punto crítico. Los apagones recientes no son más que una consecuencia acumulativa de problemas estructurales que datan de años atrás.

Ante este panorama, los sistemas fotovoltaicos emergen como una alternativa viable y necesaria para aliviar la carga del sistema eléctrico y garantizar el acceso a una energía confiable, sostenible y económica.


Por qué la demanda de energía sigue en aumento

Crecimiento poblacional

La población de Ecuador ha aumentado de forma significativa en las últimas décadas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el país pasó de tener 13 millones de habitantes en el año 2000 a más de 18 millones en 2024, un incremento del 38 %. Este crecimiento demográfico genera una demanda energética cada vez mayor, ya que más personas requieren acceso a electricidad para sus hogares, servicios básicos y actividades diarias.

Mayor dependencia de la tecnología

El estilo de vida moderno ha incrementado el uso de dispositivos eléctricos, lo que ejerce presión adicional sobre el sistema energético:

  • Electrodomésticos: Equipos como aires acondicionados, calentadores de agua y electrodomésticos inteligentes se han vuelto cada vez más comunes en los hogares ecuatorianos.
  • Electrificación del transporte: Con la creciente adopción de vehículos eléctricos, Ecuador experimenta un aumento en la demanda de estaciones de carga, que requieren una infraestructura energética robusta.
  • Digitalización: Empresas, instituciones educativas y hogares dependen de una conectividad constante para operar dispositivos como computadoras, routers y servidores. Esto incluye también el crecimiento exponencial de los centros de datos.

Expansión industrial y comercial

El desarrollo económico del país ha impulsado industrias y comercios que demandan grandes cantidades de energía para mantener su producción y servicios. Sectores como la agroindustria, la manufactura y la minería son consumidores intensivos de electricidad, y su expansión requiere soluciones energéticas a gran escala.


Por qué es difícil suplir la demanda energética

El sistema eléctrico en Ecuador enfrenta problemas estructurales que dificultan cubrir la creciente demanda de energía. Estos problemas son el resultado de años de limitaciones en la planificación, mantenimiento y desarrollo del sector energético. A continuación, se explican los principales factores que generan este déficit, incluyendo datos técnicos que ilustran la situación de manera comprensible.

1. Dependencia de las hidroeléctricas

Cerca del 80 % de la electricidad en Ecuador proviene de fuentes hidroeléctricas, según datos del Ministerio de Energía y Minas. Sin embargo, esta dependencia presenta vulnerabilidades:

  • Impacto del clima: Durante periodos de sequía, como los provocados por el fenómeno de El Niño, la capacidad de generación hidroeléctrica disminuye significativamente.
  • Variabilidad estacional: Incluso en condiciones normales, las fluctuaciones en las lluvias afectan la producción de energía.

Durante 2024, las principales centrales hidroeléctricas, como Coca Codo Sinclair, operaron por debajo de su capacidad debido a la falta de caudal en los ríos.

Además, los sedimentos acumulados en embalses, como el de Mazar, han reducido su capacidad de almacenamiento, afectando la generación de energía. Por ejemplo, en noviembre de 2024, el embalse Mazar apenas alcanzó el 40% de su capacidad operativa, agravando la escasez energética.

2. Falta de diversificación energética

A pesar de algunos avances en la incorporación de energía eólica, térmica y biomasa, Ecuador no ha logrado diversificar suficientemente su matriz energética. Esto crea una alta dependencia de una sola fuente y limita la resiliencia del sistema frente a crisis.

El país carece de suficientes centrales térmicas y fuentes de energía renovable no hidroeléctrica que puedan actuar como respaldo durante los periodos de alta demanda o baja generación hidroeléctrica. Las dos barcazas turcas recientemente contratadas, como la Murat Bey, aportan aproximadamente 150 MW adicionales, pero esto sigue siendo insuficiente para cubrir los picos de consumo.

3. Infraestructura obsoleta y proyectos inconclusos

Gran parte de la infraestructura de transmisión y distribución eléctrica no ha recibido el mantenimiento adecuado, lo que aumenta las pérdidas técnicas (estimadas en un 20 % según la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales No Renovables, ARCERNNR) y limita la capacidad de transporte de energía. Además, proyectos clave como Toachi Pilatón y otros parques hidroeléctricos han enfrentado retrasos debido a problemas de corrupción, financiamiento y planificación.

  • Coca Codo Sinclair: Esta central, diseñada para generar 1.500 MW, opera actualmente a menos del 60% de su capacidad debido a problemas técnicos y falta de mantenimiento.
  • Proyectos inconclusos: Centrales como Delsitanisagua aún no están completamente operativas, lo que impide aumentar la capacidad instalada del país.

4. Problemas en la transmisión y distribución

Aunque se genere suficiente energía, la falta de mantenimiento y modernización de las líneas de transmisión y redes de distribución provoca fallas constantes. Entre los factores que contribuyen a estos problemas están:

  • Sobrecarga de líneas: Algunas líneas, como la de Chorrillos – Tisaleo, trabajan al límite de su capacidad, lo que genera apagones cuando hay picos de demanda o condiciones climáticas adversas.
  • Fallas técnicas recurrentes: El 20 de diciembre de 2024, una combinación de lluvia intensa y descargas atmosféricas afectó la línea de transmisión Chorrillos – Tisaleo de 500 kV, causando cortes de luz en varias ciudades.
  • Robo de cables: Según reportes de CNEL, el robo de infraestructura en sectores como Samborondón incrementa las interrupciones del servicio.

5. Decisiones acumuladas a lo largo de los años

La crisis actual no es nueva; es el resultado de décadas de decisiones postergadas y falta de inversiones estratégicas en el sector energético. Gobiernos anteriores priorizaron soluciones a corto plazo, dejando de lado las inversiones necesarias para garantizar un suministro energético sostenible.


Por qué los sistemas fotovoltaicos son parte de la solución

1. Generación descentralizada

Los sistemas fotovoltaicos permiten a hogares, empresas e industrias producir su propia electricidad, reduciendo la presión sobre la red nacional. Esto:

  • Evita apagones en zonas vulnerables.
  • Ofrece autonomía energética a comunidades rurales o apartadas.
  • Reduce las pérdidas técnicas en la transmisión de energía.

2. Aprovechamiento de un recurso inagotable

Ecuador cuenta con niveles de irradiación solar promedio de 4 a 5 kWh/m²/día, ubicándose entre los países con mayor potencial solar del mundo. Esto convierte a la energía solar en una fuente confiable, disponible todo el año, incluso durante temporadas de lluvias.

3. Menor impacto ambiental

La energía solar no genera emisiones de gases de efecto invernadero ni requiere grandes obras que afecten ecosistemas, como las represas hidroeléctricas. Esto contribuye a cumplir los compromisos internacionales de Ecuador en el marco del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

4. Reducción de costos a largo plazo

Aunque los sistemas solares requieren una inversión inicial, los beneficios económicos son significativos:

  • Ahorro de hasta un 70 % en facturas eléctricas.
  • Retorno de inversión en un periodo de 5 a 8 años.
  • Protección frente a aumentos en las tarifas eléctricas.

5. Resiliencia ante crisis

Los sistemas solares son especialmente útiles durante emergencias o interrupciones en la red, garantizando un suministro eléctrico constante en hospitales, escuelas y hogares.

6. Impulso a la economía local

El desarrollo de la energía solar en Ecuador genera empleos en instalación, mantenimiento y operación de los sistemas, además de fomentar la creación de pequeñas empresas especializadas en este sector.

7. Incentivos y financiamiento

El gobierno ecuatoriano ha implementado medidas como la exención del IVA para paneles solares y créditos verdes con tasas preferenciales, facilitando la adopción de esta tecnología por parte de ciudadanos y empresas.

Leer más: ¿Cómo funciona un sistema de paneles solares? y Energía solar: la respuesta a la emergencia energética en Ecuador


El camino hacia un futuro energético sostenible

La crisis energética de 2024 es un recordatorio de que Ecuador no puede seguir dependiendo de un sistema centralizado y frágil. Los sistemas fotovoltaicos representan una solución práctica y sostenible para enfrentar los retos actuales y prevenir futuras crisis.

La inversión en energía solar no solo beneficia a quienes la adoptan, sino también al país en su conjunto, al promover un modelo energético más resiliente, diversificado y respetuoso con el medio ambiente.

El desafío está en nuestras manos. Adoptar la energía solar es una apuesta segura por el futuro de Ecuador y una garantía de que las próximas generaciones tendrán acceso a una energía limpia, confiable y accesible.

Fuentes: cenace.gob.ec; lahora.com.ec; notimundo.com.ec; eluniverso.com


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